Según fuentes policiales, Díaz, de aproximadamente 35 años, fue encontrado maniatado por empleados del hotel, quienes dieron aviso a las autoridades.

Los paramédicos que acudieron al lugar confirmaron su deceso, señalando como causa preliminar un traumatismo craneoencefálico severo.

La noticia ha generado una profunda consternación en Cuernavaca, donde era conocido por su labor comunitaria.

De manera extraoficial, trascendió que Alfonso Díaz fue secuestrado el lunes anterior por un grupo armado en las inmediaciones del panteón de Chipitlán, cuando salía de su jornada laboral.

Testigos afirmaron que fue subido por la fuerza a una camioneta. Aunque sus familiares denunciaron la desaparición y, según se informa, habrían pagado un rescate exigido por los captores, el funcionario fue asesinado.

Hasta el momento, ni la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos ni el alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui, han emitido declaraciones oficiales sobre el crimen.

Este homicidio se suma a una serie de hechos violentos que han sacudido a Morelos, una entidad marcada por la inseguridad y las disputas entre grupos criminales. La comunidad de Chipitlán y compañeros de trabajo de la víctima se han reunido para rendirle homenaje y exigir una investigación exhaustiva que lleve a la captura de los responsables.