La emergencia ha movilizado a las autoridades federales y estatales para atender a miles de damnificados en Veracruz, Hidalgo, Puebla, Querétaro y San Luis Potosí. La catástrofe, atribuida a la combinación de fenómenos como la tormenta tropical "Raymond", los remanentes de "Priscilla" y un canal de baja presión, ha causado estragos principalmente por deslaves e inundaciones debido al desbordamiento de ríos. Los informes de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) indican cifras de fallecidos que varían ligeramente entre 37 y 42, siendo Hidalgo y Veracruz los estados con mayor número de víctimas, reportando 16 y 15 respectivamente. La situación es crítica en 117 municipios, donde miles de viviendas han resultado dañadas y numerosas comunidades, como Ilamatlán y Zontecomatlán en Veracruz, y varias en la región Otomí-Tepehua de Hidalgo, han quedado incomunicadas por la destrucción de carreteras y puentes.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha mantenido reuniones virtuales con los gobernadores de los estados afectados, asegurando que "a nadie dejaremos desamparado".

En respuesta, se ha activado el Plan DN-III-E y el Plan Marina, desplegando más de 5,400 elementos del Ejército y la Marina para labores de rescate, evacuación y distribución de ayuda humanitaria. Además, la CFE trabaja para restablecer el servicio eléctrico a más de 320,000 usuarios afectados, mientras la SICT se enfoca en rehabilitar más de 1,000 kilómetros de la red carretera federal dañada. La Cruz Roja y el Senado también han anunciado la apertura de centros de acopio para apoyar a los damnificados.