Su muerte, ocurrida tres días después del atentado, ha generado una fuerte indignación y pone de manifiesto la vulnerabilidad de los ciudadanos que denuncian problemas en sus comunidades. El 7 de octubre, "Don Nico" se encontraba en el acceso a la comunidad de Urireo, en Salvatierra, Guanajuato, transmitiendo a través de la página de Facebook de su negocio "Helados Nico". En el video, denunciaba la presencia de baches en la carretera. Durante la transmisión, dos sujetos a bordo de una motocicleta se le acercaron y le dispararon en repetidas ocasiones. A pesar de la gravedad de sus heridas, logró sobrevivir inicialmente y fue hospitalizado.

El video del ataque se viralizó, capturando sus últimas palabras mientras yacía herido: "Me estoy muriendo…que quede como un legado para el pueblo que el pinche gobierno es una basura".

También se despidió de su esposa, pidiéndole que cuidara de sus hijos. El gobierno municipal de Salvatierra confirmó su fallecimiento la madrugada del 11 de octubre y reveló que tanto la víctima como su familia habían recibido llamadas de extorsión y amenazas antes y después del ataque. El alcalde, José Daniel Sámano Jiménez, admitió haber recibido amenazas tras el suceso, lo que lo obligó a salir de Salvatierra temporalmente.

La muerte de "Don Nico" ha sido condenada por la comunidad, que lo recuerda como un hombre trabajador que alzaba la voz por su pueblo.