Reportes indican que el hospital al que fue trasladada inicialmente no contaba con el suero antialacrán, lo que habría retrasado su atención. El incidente ocurrió mientras la menor se encontraba en el plantel preescolar.

Tras la picadura, fue llevada de emergencia al área de choque del Hospital de Ginecopediatría (HGP) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). En un comunicado, el IMSS en Sonora reconoció que al momento del ingreso de la paciente, la unidad médica no contaba con el suero antialacrán y tuvo que ser conseguido, lo que implicó un retraso en la aplicación del tratamiento. Esta demora es un punto central en la investigación que ya han iniciado las autoridades estatales y federales.

El gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, confirmó que tanto la Secretaría de Educación Pública (SEP) como la Secretaría de Salud están atendiendo el caso para deslindar responsabilidades. La tragedia ha generado un fuerte debate sobre la preparación de los centros de salud para atender emergencias de este tipo, especialmente cuando involucran a menores en entornos que deberían ser seguros, como las escuelas.