Dicho filme es considerado una obra maestra del terror gótico mexicano y ha trascendido generaciones, consolidando a Bonet como un rostro emblemático del género en el país. Su actuación en esa película no solo definió su carrera, sino que también contribuyó a establecer un estándar para el cine de terror psicológico en México. La Asociación Nacional de Intérpretes (ANDI) fue la encargada de comunicar la “terrible noticia”, aunque en los artículos proporcionados no se especifican las causas de su muerte, dato que se reporta como “No mencionado”. El fallecimiento de Bonet representa la pérdida de una de las últimas figuras de una generación de actores que dieron forma al cine mexicano en la segunda mitad del siglo XX. Su legado perdura en la memoria colectiva a través de su trabajo en la pantalla grande, que sigue siendo objeto de estudio y admiración.