Beltrán se desempeñaba como reportero de nota roja y recientemente publicaba contenido sobre seguridad y crimen organizado en medios digitales.

Su último video detallaba la detención de un operador criminal en la zona.

Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Amnistía Internacional condenaron el homicidio, subrayando que México sigue siendo el país más peligroso para ejercer el periodismo fuera de zonas de guerra.

Según Artículo 19, con este crimen suman 150 los periodistas ejecutados en el país desde 2007. En su columna, el periodista Ciro Gómez Leyva lamentó la aparente indiferencia del gremio ante el suceso, afirmando: “matar a un periodista en México ya no es nota ni para los periodistas mexicanos”. La Fiscalía General del Estado de Durango ha iniciado una investigación, y diversas organizaciones han solicitado que la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) atraiga el caso, dado que el móvil apunta directamente a su labor periodística.