El ataque, ocurrido a plena luz del día, ha generado conmoción y evidencia la audacia del crimen organizado en la región. El homicidio tuvo lugar alrededor de las 16:00 horas del viernes, mientras la víctima se encontraba en su camioneta pick-up Ram de color blanco, estacionada en uno de los cajones de una concurrida plaza comercial en la calle Benito Juárez. Según testigos, varios hombres armados se aproximaron al vehículo y abrieron fuego a corta distancia en repetidas ocasiones antes de huir.
Los reportes indican que se escucharon entre cuatro y seis disparos, lo que provocó pánico entre los transeúntes y clientes de los comercios cercanos, quienes corrieron a refugiarse. Al llegar, los paramédicos de Protección Civil municipal confirmaron que Escamilla ya no presentaba signos vitales.
La víctima era un contador reconocido en los municipios de Allende y Montemorelos, donde tenía su despacho. La ubicación del crimen, en una zona céntrica y a escasos metros de la sede del gobierno municipal, resalta la impunidad con la que operan los grupos delictivos. Este acto violento, perpetrado en un espacio público y a plena luz del día, sugiere un ataque dirigido y ha intensificado la percepción de inseguridad entre los habitantes de la región citrícola de Nuevo León. Las autoridades acordonaron la zona y ya se encuentran analizando las grabaciones de las cámaras de videovigilancia de los locales cercanos como parte de la investigación para identificar a los responsables.










