El presunto sicario, Osvaldo Gutiérrez Vázquez, alias “El Cuate”, fue abatido durante la persecución y, paradójicamente, ya había sido denunciado por Manzo meses antes, pero fue liberado.

El crimen ha desencadenado una ola de indignación, con manifestaciones en Uruapan, Morelia y Lázaro Cárdenas, donde los ciudadanos exigen justicia y un alto a la violencia. En respuesta, el gobierno federal anunció el “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia” y se ha reforzado la presencia de la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en Uruapan.