Nueve días después, el 10 de noviembre, los cuerpos de los otros dos jóvenes fueron localizados en la carretera Uruapan-Paracho, en Capácuaro.

Según el gobernador, la Fiscalía General del Estado (FGE) verificó que estas dos personas acompañaban al homicida principal. “Lo que sí confirma la Fiscalía es que participaron otras dos personas que acompañaban al homicida… y estas personas son las dos que aparecieron en Capácuaro muertas”, declaró Ramírez Bedolla.

Este hecho subraya la preocupante participación de menores en el crimen organizado en la región. Además, persiste la controversia sobre la muerte del primer agresor, ya que se investiga por qué fue abatido por escoltas municipales después de haber sido sometido, lo que ha generado dudas sobre un posible uso excesivo de la fuerza. La viuda de Manzo y actual alcaldesa, Grecia Quiroz, ha expresado su desconfianza en el entorno y ha manifestado que esperará resultados del Plan Michoacán implementado por el gobierno federal, dando un voto de confianza a las autoridades.