Las operaciones de búsqueda y rescate se activaron de inmediato. En un primer momento, se encontraron seis personas en la playa; una de ellas fue declarada muerta en el lugar y otra fue rescatada de debajo del bote. Horas más tarde, las autoridades localizaron a tres personas más sin vida en el agua.

El saldo final reportado fue de cuatro fallecidos, cuatro hospitalizados y una persona detenida por el Departamento de Seguridad Nacional. Varios de los sobrevivientes afirmaron ser de nacionalidad mexicana, aunque las identidades de los fallecidos no fueron confirmadas de inmediato. El capitán Robert Tucker, comandante del Sector San Diego de la Guardia Costera, declaró que "este caso demuestra los graves riesgos que enfrentan los extranjeros que intentan ingresar a Estados Unidos por mar en embarcaciones inestables".

Las autoridades continuaron con la búsqueda por aire y mar de posibles ocupantes adicionales.