La situación se agravó cuando los delincuentes, que superaban en número a los policías, lograron desarmarlos, robando sus armas cortas y largas antes de huir. Tras el incidente, se activó un 'Código Rojo' con la participación de la Marina, Guardia Nacional y otras corporaciones para localizar a los responsables, extendiendo el operativo a la zona serrana.