Al llegar, elementos de la Policía Municipal y paramédicos de Urge encontraron al hombre con una bolsa en la cabeza y signos de asfixia, además de marcas que sugerían que había sido maniatado.

Ante estos indicios, se descartó la hipótesis del suicidio y se procedió a acordonar la escena.

Como parte de las diligencias, todos los internos y los encargados del centro fueron evacuados y resguardados en el exterior para ser entrevistados uno por uno. La Fiscalía General del Estado (FGE) tomó el control de la escena para iniciar las investigaciones correspondientes, con el objetivo de determinar las causas exactas de la muerte y deslindar responsabilidades. Este suceso pone de manifiesto la preocupación por la seguridad y las condiciones en las que operan algunos centros de rehabilitación en la región, donde ya se han reportado incidentes de violencia en el pasado.