Los expertos han señalado que la cepa H5N5 no parece representar una amenaza mayor para la salud humana que la H5N1, la cual causó una serie de infecciones mayormente leves en trabajadores avícolas y lecheros en 2024 y 2025. Se recomienda a la población evitar el contacto con aves enfermas o muertas y se ha instado a quienes puedan estar expuestos a aves a vacunarse contra la influenza estacional para reducir el riesgo de una coinfección que pudiera facilitar la aparición de un virus más transmisible.