Los cadáveres, con edades estimadas entre 25 y 35 años, presentaban aparentes huellas de violencia.

Eduardo Zaragoza Trejo, originario de Chiconcuautla, había sido reportado como desaparecido el 20 de noviembre. Se sabe que realizaba viajes largos hasta la Ciudad de México y que su última ubicación registrada fue cerca de una caseta de vigilancia en el paraje conocido como Amola, donde presuntamente fue privado de su libertad por sujetos armados. Las otras dos víctimas, un hombre y una mujer, permanecen en calidad de desconocidos, aunque ha trascendido que también podrían ser originarios de Chiconcuautla. Las autoridades sospechan que fueron asesinados en otro lugar y sus cuerpos abandonados en la carretera. La Fiscalía General del Estado de Puebla ha iniciado las diligencias correspondientes, y los cuerpos fueron trasladados al anfiteatro para la necropsia de ley.