La Cámara de Diputados ha dado un paso decisivo en la lucha contra la extorsión al aprobar por unanimidad una reforma constitucional que faculta al Congreso de la Unión para expedir una Ley General en la materia. Con 474 votos a favor, la reforma al artículo 73 constitucional, impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, busca unificar el tipo penal, las sanciones y las estrategias de combate a un delito que, según legisladores, ha crecido un 58% en los últimos seis años. El diputado Leonel Godoy, de Morena, señaló que la extorsión se ha convertido en un “cáncer que corroe a la sociedad”, afectando desde pequeños comercios hasta gobiernos municipales a través del cobro de piso y estafas telefónicas. La nueva ley permitirá que el delito se persiga de oficio, sin necesidad de denuncia previa, lo que es crucial dado que el 97% de los casos no se denuncian por miedo.
La reforma busca homologar las penas a nivel nacional, ya que actualmente existe una gran disparidad entre estados; mientras en Oaxaca las penas mínimas son de 1 a 3 años, en Chihuahua pueden llegar hasta 30 años.
La oposición, aunque respaldó la iniciativa, exigió que la futura ley general cuente con presupuesto etiquetado y herramientas operativas para no convertirse en “letra muerta”. El diputado priista Alejandro Domínguez, presidente del partido en Chihuahua, demandó que la ley incluya protocolos de investigación coordinada, un registro nacional del delito y protección inmediata a las víctimas.
En resumenLa aprobación unánime de la reforma constitucional para crear una Ley General contra la Extorsión representa un cambio significativo en la estrategia de seguridad nacional. Al unificar criterios y permitir la persecución de oficio, el Estado busca fortalecer su capacidad de respuesta ante un delito que afecta gravemente el tejido social y económico del país, aunque su éxito dependerá de la correcta implementación y asignación de recursos.