En un movimiento que contrasta con el discurso de austeridad del oficialismo, la Cámara de Diputados ha formalizado un aumento del 9.6% en la dieta de los legisladores para el año 2026. Según el Proyecto de Presupuesto de Egresos, las percepciones anuales brutas de cada diputado pasarán de 1,193,000 pesos en 2025 a 1,307,224 pesos en 2026, lo que representa un gasto adicional de 56.8 millones de pesos en el presupuesto de la Cámara. Con este ajuste, la dieta mensual neta de los 500 legisladores quedará en 79,000 pesos, después de impuestos. Fuentes legislativas justifican el incremento argumentando que el salario de los diputados no había sido actualizado en más de 12 años.
La decisión fue respaldada en un acuerdo del Comité de Administración firmado por Morena, PAN, PVEM y PRI.
El aumento también impactará el aguinaldo, que equivale a 40 días de dieta bruta y ascenderá a 140,504 pesos, además de una compensación por ISR. Este incremento salarial se produce mientras el Poder Legislativo en su conjunto congeló su petición de recursos para 2026, manteniéndola en los mismos 17,529 millones de pesos de 2025, sin aplicar siquiera el ajuste inflacionario. Esta medida ha generado polémica, ya que ocurre en un contexto de crecientes demandas ciudadanas por un uso eficiente y transparente de los recursos públicos.
En resumenEl aumento salarial para los diputados federales evidencia una contradicción entre el discurso de austeridad y las prácticas internas del Poder Legislativo. Aunque se justifica por un rezago salarial, la medida genera cuestionamientos sobre la congruencia de la clase política en un momento en que se promueve la contención del gasto en otras áreas del gobierno.