Las investigaciones, impulsadas tanto en México como en Estados Unidos, lo relacionan con dos grandes escándalos: el del grupo criminal “La Barredora” en Tabasco y la red de “huachicol fiscal” que operaba en aduanas controladas por la Marina. El caso más directo es el de Hernán Bermúdez Requena, detenido en Paraguay y señalado como líder de “La Barredora”, brazo operativo del Cártel Jalisco Nueva Generación. Bermúdez fue secretario de Seguridad de Tabasco durante la gubernatura de López Hernández, lo que ha generado cuestionamientos sobre el posible conocimiento y encubrimiento por parte del entonces mandatario. El director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, exigió públicamente a López Hernández: “Explícate o renuncia”.

La presión ha sido tal que, según informes, la presidenta Sheinbaum ha decidido tomar distancia del senador hasta que se aclare su situación.

Adicionalmente, el nombre de Adán Augusto López ha surgido en las investigaciones sobre el “huachicol fiscal”. Un testigo protegido lo vinculó con Saúl Vera Ochoa, empresario tabasqueño cuya compañía operaba en el puerto de Tampico y que presuntamente financió la precampaña presidencial de López Hernández. Estas acusaciones, que se suman a las de la DEA sobre el financiamiento de campañas de Morena con dinero ilícito, colocan al coordinador de los senadores en una posición política vulnerable, cercado por investigaciones que tocan los más altos niveles del poder del sexenio anterior.