Por un lado, los adeudos fiscales históricos de Grupo Salinas con el fisco mexicano. Por otro, un conflicto internacional donde tenedores de bonos de TV Azteca en Estados Unidos reclaman el impago de 400 millones de dólares y han iniciado un litigio bajo el T-MEC, argumentando que México no protege a los inversionistas. Sheinbaum explicó que Grupo Salinas buscó amparo en un juzgado de la Ciudad de México durante la pandemia para no cubrir los adeudos, lo que generó la reacción de los acreedores estadounidenses. La presidenta fue enfática al afirmar que su gobierno no protegerá a una empresa que incumple con sus pagos ni asumirá la responsabilidad de esa deuda. “Evidentemente, nosotros no vamos a defender el que no se le pague a los empresarios estadounidenses”, declaró, y añadió que el Poder Judicial tampoco debería amparar a quien busca evadir sus responsabilidades, calificándolo como un “abuso de los amparos”.

Esta postura presidencial señala un endurecimiento en la relación con ciertos sectores empresariales, utilizando la plataforma pública para presionar por el cumplimiento de obligaciones legales y financieras.