La familia del exmandatario ha negado categóricamente haber solicitado dichos amparos.

A través de una carta, “Andy” López Beltrán calificó el hecho como un “montaje” y parte de una campaña de desprestigio orquestada por el “hampa del periodismo”.

Su madre, la escritora Beatriz Gutiérrez Müller, se sumó al desmentido exigiendo una investigación para deslindar responsabilidades.

El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha respaldado esta versión; Arturo Zaldívar, coordinador de Política y Gobierno, lo describió como un “uso abusivo interesado para golpear” y un “golpe político”. La propia presidenta Sheinbaum sugirió que el incidente debería ser analizado en la discusión de la reforma a la Ley de Amparo para definir en qué casos se puede promover un recurso a nombre de terceros. La controversia se intensifica por los detalles extraños del trámite: los documentos fueron presentados sin firmas y señalaban como domicilio para notificaciones una chocolatería propiedad de la familia. Este episodio ha avivado el debate sobre la presunta implicación de los hijos del expresidente en escándalos de corrupción y evidencia la utilización de herramientas legales como armas en la contienda política.