Ya en ese momento circulaban versiones sobre su posible incorporación al equipo del ministro Aguilar Ortiz, con quien Rosales admitió mantener un “diálogo respetuoso”.

Su llegada a una posición clave dentro de la ponencia del ministro presidente es interpretada como una señal potente del nuevo liderazgo judicial. La trayectoria de Rosales como defensor de pueblos indígenas, víctimas de tortura y su papel central en el caso Iguala, le confiere un perfil único dentro de la estructura de la Corte, generando expectativas sobre un posible reenfoque en temas de derechos humanos y justicia social desde el más alto tribunal del país.