El embajador Johnson destacó que el aumento en las operaciones antinarcóticos en México bajo la administración Sheinbaum representa un "cambio muy brusco respecto al enfoque más pasivo de la administración anterior". Este reconocimiento se produce en un contexto de presión estadounidense para combatir a los cárteles y el huachicol fiscal, y coincide con acciones contundentes del gobierno mexicano, como las investigaciones sobre "La Barredora" y el contrabando de combustibles en la Marina. Sin embargo, la presidenta Sheinbaum ha manejado con cautela esta distinción para no generar una percepción de ruptura con Andrés Manuel López Obrador.

“Ya saben que cuando quieren diferenciarnos no lo permitimos, porque somos un proyecto”, declaró, atribuyendo la narrativa de división a los "comentócratas". Sheinbaum explicó que su enfoque se basa en fortalecer la investigación e inteligencia, una estrategia que, según ella, le dio resultados como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, pero que no constituye una nueva política, sino un reforzamiento de la existente. Este delicado equilibrio muestra un realineamiento de la autoridad, donde la nueva administración busca legitimidad internacional y resultados tangibles sin alienar a la base política que heredó.