En una gira sin precedentes para conmemorar su primer año de gobierno, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo recorrió 30 estados del país en cuatro fines de semana, reuniendo a más de medio millón de personas. Este ejercicio de rendición de cuentas consolidó un nuevo modelo de cercanía con la ciudadanía, marcando un estilo de gobierno de territorio que culminará con un acto masivo en el Zócalo de la Ciudad de México el 5 de octubre. Durante sus visitas, la presidenta reforzó los mensajes clave de su administración: la continuidad de la Cuarta Transformación, la reducción histórica de la pobreza que, según cifras oficiales, sacó a 13.5 millones de mexicanos de esa condición, y el aumento en los presupuestos para programas sociales. La gira también sirvió como plataforma para interactuar con gobernadores de oposición.
En Jalisco, Sheinbaum tuvo que intervenir para detener los abucheos contra el gobernador Pablo Lemus, advirtiendo: “si no hay respeto, nos vamos todos”.
En Chihuahua, destacó la coordinación con la gobernadora Maru Campos, afirmando que “cuando se trata de gobernar Chihuahua, pues las dos gobernamos”. Estos encuentros mostraron tanto la capacidad de diálogo institucional como las tensiones políticas persistentes. Además de los informes, la presidenta realizó anuncios de obras y programas específicos para cada entidad, como la recuperación del tren de pasajeros México-Guadalajara y la creación de 500 nuevas plazas para maestros en Baja California Sur, buscando traducir su proyecto nacional en beneficios tangibles a nivel local.
En resumenLa gira nacional de Claudia Sheinbaum funcionó como una poderosa plataforma para proyectar fuerza y apoyo popular, reafirmar los logros de su primer año y establecer un estilo de gobierno directo y territorial. Este recorrido no solo sirvió para rendir cuentas, sino también para manejar las complejas dinámicas políticas con los gobiernos estatales y consolidar su liderazgo en todo el país.