Tras la votación, Encinas rindió protesta ante el pleno. Durante su comparecencia en comisiones, adelantó que la misión mexicana en la OEA continuará abogando por principios como "la no injerencia de los asuntos internos de los estados, la autodeterminación de los pueblos y el respeto al derecho internacional". Asimismo, se comprometió a promover los derechos humanos, la democracia y una política exterior feminista.

Sin embargo, la designación no estuvo exenta de críticas. La bancada del PAN en el Congreso de la Ciudad de México lamentó su salida como Secretario de Planeación capitalino, acusándolo de no haber entregado resultados claros.

La panista Olivia Garza criticó que Encinas "eligió otro cargo antes que resolver los problemas locales que tenía en sus manos".

Este nombramiento es visto por algunos analistas como una "salida elegante" o un "destierro", alejándolo de la política interna tras su desgastante papel en las comisiones de la verdad de Ayotzinapa y la Guerra Sucia, y su controversial declaración sobre Omar García Harfuch.