Sin embargo, su gestión enfrenta críticas y desafíos significativos.

La economía mexicana muestra un crecimiento limitado, con proyecciones de apenas 0.5% para 2025 y 1.4% para 2026, lo que pone en duda la sostenibilidad financiera de los programas de bienestar. La inseguridad y el crimen organizado siguen siendo los puntos débiles de su gobierno, según sondeos. Además, voces opositoras califican su primer año como uno de “desgracias, corrupción e incapacidad”, argumentando que ha descuidado prioridades nacionales en salud y educación para enfocarse en consolidar el proyecto político de su predecesor.