La presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado su intención de proponer la eliminación del fuero constitucional para diputados y senadores, una medida que sería incluida en la próxima reforma electoral. Esta iniciativa busca terminar con lo que muchos perciben como un privilegio que fomenta la impunidad, aunque genera debate sobre la protección necesaria para el ejercicio de la función legislativa.\n\nLa propuesta surge en un contexto de crecientes escándalos de corrupción que involucran a legisladores. Sheinbaum cuestionó la existencia de esta inmunidad al señalar: “La Presidenta no tiene fuero, tampoco deberían tenerlo diputados y senadores”.
Su postura ha sido respaldada por figuras de su partido como el alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, quien afirmó que el fuero se ha convertido en una “carta de impunidad”.
Sin embargo, la medida ha encendido las alarmas en la oposición. El secretario general de Gobierno de Chihuahua, Santiago De la Peña, aunque reconoció que un “tristemente célebre” legislador de su estado se esconde tras el fuero, advirtió que la figura fue creada para proteger la función legislativa y la libertad de expresión en tribuna, no para blindar a personas. Analistas y legisladores opositores temen que la eliminación del fuero deje a las minorías parlamentarias en un estado de indefensión frente a un gobierno con una mayoría consolidada, abriendo la puerta a persecuciones políticas y debilitando los contrapesos democráticos.
En resumenLa propuesta de eliminar el fuero legislativo representa un cambio significativo en el equilibrio de poder, enfrentando la demanda de mayor rendición de cuentas con el riesgo de vulnerar la independencia del Poder Legislativo. La discusión pone de manifiesto la tensión entre combatir la impunidad y proteger la libertad de la oposición política.