Esta sangría de militantes evidencia un profundo descontento con la dirigencia nacional de Alejandro “Alito” Moreno y reconfigura el mapa de la oposición en México.\n\nLas renuncias se han multiplicado en varios estados. En el Estado de México, Karla Cortés Treviño, exesposa del exgobernador Arturo Montiel, y Diana Pérez Barragán, exalcaldesa de Ocoyoacac, anunciaron su salida, atribuyéndola al “enorme desprestigio, autoritarismo y cerrazón” de Moreno.
En Puebla, la partida del senador Néstor Camarillo hacia MC provocó un efecto dominó, con líderes de Tehuacán como Enrique Ximello y Rafael Tamer siguiendo sus pasos.
Camarillo proyecta que para 2027, el PRI podría dejar de ser la segunda fuerza política en el estado. Esta crisis ha llevado a líderes de otros partidos, como Jorge Romero del PAN, a anunciar una reestructuración y un distanciamiento de la coalición “PRIAN”, reconociendo el desgaste que la alianza ha generado. La situación del PRI no solo refleja una lucha interna por el poder, sino también un realineamiento de fuerzas en la oposición, donde MC parece capitalizar el descontento de los priistas tradicionales, debilitando aún más al que fuera el partido hegemónico de México.












