Según los primeros reportes, fue interceptada por sujetos armados que le dispararon en múltiples ocasiones.

A consecuencia de los impactos, perdió el control de su camioneta y se estrelló contra una barda. La excandidata falleció en el lugar de los hechos. El Partido del Trabajo condenó enérgicamente el asesinato, describiendo a Luna Aguilera como “una joven política entusiasta, madre de familia y abogada” que se distinguía por ofrecer asesorías legales gratuitas. La dirigencia del PT exigió a las autoridades una investigación exhaustiva para que el crimen no quede impune.

Este homicidio no es un hecho aislado.

Ocurre a menos de un mes del asesinato de Ignacio Pablo Sánchez, también excandidato del PT, quien fue ejecutado el 17 de septiembre en el municipio de Santiago Sochiapan. La repetición de estos actos violentos contra figuras políticas en Veracruz ha generado alarma y pone de manifiesto la vulnerabilidad de los actores locales frente al crimen, así como la incapacidad de las autoridades para garantizar su seguridad, incluso fuera de los periodos electorales.