Según Torres Claudio, los robos en plataformas y buques sugerían complicidad interna en Pemex y empresas contratistas, ya que la paraestatal no siempre presentaba las denuncias correspondientes.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha adoptado una postura más cautelosa que su antecesor, evitando defender “lo indefendible” y limitándose a afirmar que se investigará “caiga quien caiga”, según analistas.

Este escándalo, junto con otros como el de Segalmex y el caso de Adán Augusto López, desarma el discurso anticorrupción de la 4T. La presidenta enfrenta el reto de asegurar que no haya impunidad, pues de lo contrario, la imagen de su gobierno y del movimiento se verá severamente afectada. El caso también ha sido utilizado por la oposición, como el senador Manuel Añorve, quien acusa a Morena de buscar el control total de los recintos fiscales con la reforma a la Ley Aduanera, en lugar de combatir el problema de fondo.