Esta medida, construida a través del consenso con empresarios y sindicatos, se implementará de manera gradual y paralela a los incrementos del salario mínimo.

La mandataria enfatizó que la reforma busca un equilibrio entre la productividad y el bienestar de los trabajadores, y aseguró que la disminución de horas no se utilizará como pretexto para frenar las alzas salariales. "Nuestra idea es que avance 40 horas pero que siga avanzando el salario, que no sea una por la otra", declaró Sheinbaum. El secretario del Trabajo, Marath Bolaños, ha estado trabajando con todos los sectores para lograr un acuerdo que permita una transición paulatina.

La propuesta retomará los planteamientos surgidos en foros públicos, donde se discutieron diversas modalidades como reglas diferenciadas por sector, mayor flexibilidad en la distribución de horas, programas piloto y la creación de un observatorio tripartito para supervisar la implementación. Se prevé que la reforma sea discutida y aprobada antes de que concluya 2025, con el objetivo de iniciar su aplicación el 1 de mayo de 2026. Esta iniciativa posiciona a México en línea con los estándares de la OCDE, donde la mayoría de los países miembros ya cuentan con jornadas laborales inferiores a las 48 horas semanales.