Los ejes de esta renovación incluyen un nuevo logotipo, el fin de las coaliciones partidistas —“ni pasada, ni presente, ni futura”, sentenció Romero— y una apertura a la ciudadanía mediante elecciones primarias y una aplicación digital para facilitar la afiliación.
El nuevo lema, “Patria, Familia y Libertad”, busca reconectar con las raíces conservadoras y liberales del partido.
Sin embargo, la decisión ha generado reacciones encontradas.
La presidenta Claudia Sheinbaum criticó duramente el momento del evento, calificándolo de “muy poca sensibilidad” al realizarse en medio de la emergencia nacional por las inundaciones que han afectado a cinco estados.
“Podrían haberse esperado 15 días”, expresó la mandataria.
Internamente, la ruptura no es unánime.
Dirigentes del PAN en estados como Nuevo León y Durango han manifestado que la alianza con el PRI sigue siendo necesaria para competir contra Morena. Por su parte, la secretaria general del PRI, Carolina Viggiano, lamentó la decisión, argumentando que la única manera de enfrentar al oficialismo es en unidad. En contraste, el vocero panista Jorge Triana admitió que consultas internas revelaron que la alianza con el PRI fue un factor clave en la pérdida de votos en elecciones pasadas.












