Sin embargo, la magistrada optó por adherirse a su nombramiento original.

Su partida es vista como la pérdida de una visión progresista y una voz independiente dentro del tribunal, que en los últimos meses ha enfrentado tensiones internas y ha sido criticado por decisiones como la que otorgó una mayoría artificial a Morena en el Congreso. La vacante que deja deberá ser cubierta por el Senado en un momento clave, de cara a los procesos electorales estatales de 2026.