La administración Trump ha ordenado la cancelación de todas las rutas aéreas originadas en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) hacia Estados Unidos, una medida que ha generado una enérgica respuesta del gobierno mexicano. La decisión del Departamento de Transporte de EE. UU. implica la revocación de autorizaciones para 13 rutas aéreas, tanto existentes como futuras, de aerolíneas como Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus. La justificación estadounidense se basa en presuntas violaciones de México al acuerdo bilateral de transporte aéreo, acusando al gobierno del expresidente López Obrador de adoptar decisiones “anticompetitivas y discriminatorias” para forzar el traslado de operaciones al AIFA. El Secretario de Transporte estadounidense, Sean Duffy, declaró: “Hasta que México deje de estar jugando y cumpla sus compromisos, seguiremos exigiéndole que rinda cuentas”.
La presidenta Claudia Sheinbaum rechazó categóricamente la medida, calificándola de “unilateral” y sin fundamento. En su conferencia matutina, Sheinbaum defendió la decisión de trasladar los vuelos de carga al AIFA como una “decisión soberana” por motivos de Protección Civil ante la saturación del AICM. La mandataria instruyó al canciller a solicitar una reunión con el secretario de Estado de EE.
UU., Marco Rubio, para revisar la medida, sugiriendo que podría haber intereses políticos detrás.
“No vaya a ser que haya un interés de otro tipo, como político, de apoyar a unas empresas frente a otras.
Lo que queremos es respeto”, apuntó Sheinbaum, reafirmando su postura con la frase: “México no es piñata de nadie, a México se le respeta”. Este conflicto escala la tensión en la relación bilateral, poniendo a prueba la capacidad de la nueva administración para defender un proyecto de infraestructura clave frente a la presión de su principal socio comercial.
En resumenLa cancelación de rutas del AIFA por parte de Estados Unidos ha provocado un enfrentamiento diplomático, con México defendiendo su soberanía y cuestionando las motivaciones estadounidenses, mientras la administración Trump alega incumplimientos en los acuerdos aéreos.