Los legisladores oficialistas manifestaron su descontento y exigieron a su coordinador, Ricardo Monreal, hacer valer su mayoría para revertir la medida.

El conflicto estalló durante la reunión previa del grupo parlamentario, cuando Monreal informó que, por acuerdo de la Jucopo, las sesiones se realizarían de manera presencial por lo que resta del año, con descuentos salariales para los ausentes. La noticia fue recibida con un sonoro “¡Noooo!” por parte de los diputados, quienes argumentaron tener “mucho trabajo” en sus distritos y preferir la modalidad a distancia. Monreal justificó la decisión recordando los escándalos recientes de legisladores que sesionaron desde lugares inapropiados como bares, playas o incluso jugando pádel, en una clara alusión al diputado Cuauhtémoc Blanco.

“Ustedes solitos se hicieron el harakiri”, les espetó.

La tensión aumentó cuando el diputado Sergio Mayer propuso usar la mayoría de Morena para imponer el regreso al formato semipresencial, lo que provocó una reprimenda de la vicecoordinadora Dolores Padierna, quien le pidió congruencia. A pesar de la rebelión, Monreal se mantuvo firme, advirtiendo que habrá sanciones para quienes falten y exigiendo a sus compañeros “asumir su responsabilidad”.