La mujer en el México indígena” en Madrid, Albares afirmó: “Hubo injusticia, justo es reconocerlo hoy y justo es lamentarlo, porque esa es también parte de nuestra historia compartida y no podemos ni negarla ni olvidarla”.

Esta declaración se produce después de años de tensión, iniciada en 2019 cuando el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó formalmente una disculpa al rey Felipe VI, una petición que fue reiterada por Sheinbaum.

La presidenta mexicana reaccionó de inmediato en su conferencia matutina, calificando el gesto como un hito. “Es la primera vez que una autoridad del gobierno español habla de lamentar la injusticia.

El perdón engrandece a los gobiernos y a los pueblos, no es humillante”, sostuvo.

Sheinbaum recordó su decisión de no invitar al rey a su toma de posesión como una postura de convicción ante el “agravio” que representó la falta de respuesta a la carta de su predecesor.

La reacción en España fue dividida. Mientras el gobierno de Pedro Sánchez busca normalizar las relaciones, el gobierno de la Comunidad de Madrid, liderado por la oposición conservadora, exigió la dimisión de Albares, acusándolo de “desprestigiar la historia de España”. Este cambio en el discurso oficial español, aunque no es una disculpa formal de la Corona, modifica la dinámica de poder simbólico y diplomático entre ambas naciones, abriendo una nueva etapa en el diálogo sobre el pasado colonial.