La tensión entre el gobierno de Chihuahua y la Federación se ha intensificado por el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944 con Estados Unidos. Mientras la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que México cumplirá con la entrega de agua del Río Bravo gracias a las lluvias recientes, la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos Galván, negó categóricamente la existencia de un acuerdo previo y reafirmó su compromiso de defender el recurso hídrico del estado. La presidenta Sheinbaum informó que se había alcanzado un acuerdo con los gobernadores de los estados fronterizos (Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas) para realizar la entrega de agua, aprovechando la mayor disponibilidad actual. “Como hubo un periodo de sequía muy largo, de casi cinco años, formalmente había una deuda de México”, explicó, descartando un riesgo de incumplimiento.
Sin embargo, la gobernadora Campos Galván contradijo esta versión.
“No hay ningún acuerdo, no hay ningún acuerdo. Lo lamento con mucho respeto, lo digo: no ha habido ningún acuerdo.
Y cuando se platique podrán generarse acuerdos, pero hasta ahora no ha habido ninguno, ni sobre el agua ni sobre el maíz”, declaró la mandataria panista. Campos Galván subrayó que su administración no ha firmado ni firmará convenios que comprometan el agua de los chihuahuenses y que cualquier diálogo se hará con transparencia. Esta postura se da en un contexto de crisis hídrica en el norte del país, donde agricultores y comunidades han expresado su preocupación por el uso del agua de las presas locales para cumplir con compromisos internacionales, rememorando la “guerra del agua” de 2023. La gobernadora aseguró mantener comunicación con la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, pero insistió en que su prioridad es salvaguardar los intereses de Chihuahua, evidenciando una clara disputa de poder y soberanía sobre los recursos naturales entre el estado y la federación.
En resumenLa disputa por el agua entre Chihuahua y el gobierno federal evidencia una lucha de poder sobre la gestión de recursos y el cumplimiento de tratados internacionales. La gobernadora Maru Campos se opone a ceder agua sin un acuerdo transparente que priorice a los chihuahuenses, mientras la presidenta Sheinbaum asegura que el compromiso con EE. UU. se cumplirá, mostrando una clara tensión en la relación federación-estado.