Un reportaje de NBC News ha revelado que la administración del presidente Donald Trump se encuentra en las etapas iniciales de planificación de una posible incursión militar y de inteligencia en México. El objetivo sería atacar directamente a los cárteles del narcotráfico, incluso sin el consentimiento del gobierno mexicano, lo que representa un potencial cambio drástico en la dinámica de seguridad bilateral y un desafío a la soberanía nacional. Citando a funcionarios y exfuncionarios estadounidenses, el informe detalla que la operación, aunque aún no autorizada, involucraría al Comando de Operaciones Especiales Conjuntas del Pentágono y a la Agencia Central de Inteligencia (CIA). El plan contemplaría operaciones terrestres y el uso de drones armados para atacar laboratorios y objetivos específicos de grupos criminales.
Aunque se preferiría la coordinación con México, las fuentes no descartan una intervención unilateral. Esta estrategia, de concretarse, marcaría una ruptura con las políticas de administraciones anteriores, que se han limitado a apoyar discretamente a las fuerzas mexicanas. La noticia surge en un contexto de alta tensión, exacerbado por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, tras el cual el subsecretario de Estado de EE. UU., Christopher Landau, ofreció “profundizar la cooperación en materia de seguridad”.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha mantenido una postura firme contra la intervención, declarando: “México es un país libre y soberano. Aceptamos la ayuda en información, en inteligencia; pero la intervención, no”.
El reporte de NBC sugiere un endurecimiento de la postura de Washington, que ya había designado a cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, ampliando sus facultades legales para acciones encubiertas.
En resumenLa posible planificación de una incursión militar estadounidense en México, según informes, representa un cambio de poder fundamental en la relación bilateral, pasando de la cooperación a una potencial acción unilateral que desafiaría la soberanía mexicana y escalaría drásticamente el enfoque de la lucha contra el narcotráfico.