Tras el homicidio del edil independiente el 1 de noviembre, su viuda, Grecia Quiroz, asumió como alcaldesa sustituta, consolidándose como una nueva figura de poder y liderazgo en Uruapan. Su primer discurso público durante una marcha multitudinaria marcó un claro desafío a las estructuras de poder existentes.

Quiroz afirmó que su reunión con la presidenta Sheinbaum "no fue para ir a doblar las manos, fue para ir a exigir justicia por Carlos Manzo, exigir que volvieran a ver a nuestro municipio y exigir que saquen a todos esos delincuentes que ellos saben en donde se encuentran".

Este posicionamiento, junto a su advertencia de un "voto de castigo" para Morena en las elecciones de 2027, reconfigura el panorama político michoacano, dando fuerza al "Movimiento del Sombrero" fundado por Manzo.

La crisis ha expuesto la tensión entre el gobierno federal, el estatal encabezado por Alfredo Ramírez Bedolla, y las autoridades locales que se sienten abandonadas. Las masivas protestas, con consignas como "¡Él no murió, el Gobierno lo mató!"

y "¡Fuera Bedolla!

", reflejan un hartazgo social que la oposición, descrita como "carroñera", ha intentado capitalizar, mientras la administración de Sheinbaum responde con la formulación del "Plan Michoacán por la Paz y la Justicia", un intento por retomar el control y calmar la indignación popular. El asesinato, perpetrado por un menor de 17 años, también ha sido utilizado por el PRI para criticar la estrategia de seguridad de "Abrazos y no balazos", argumentando que es una herencia del sexenio de López Obrador.