La embajadora Kranz-Neiger confirmó en una entrevista haberse enterado del peligro, calificándolo de "muy desagradable".

Sin embargo, el Gobierno mexicano emitió un comunicado conjunto afirmando que "no cuentan con reporte alguno respecto a un supuesto atentado".

Esta postura fue reforzada por el embajador de Irán en México, Abolfazl Pasandideh, quien calificó las acusaciones como un "invento mediático" y una "gran mentira" destinada a "dañar las relaciones amistosas e históricas" entre México e Irán. El diplomático iraní sugirió que la difusión de esta versión podría tener motivaciones políticas, como una represalia por las manifestaciones pro-Palestina en México y un intento de generar desconfianza hacia los iraníes de cara al Mundial de 2026. La discrepancia entre las declaraciones de Israel y Estados Unidos por un lado, y las de México e Irán por el otro, crea una significativa controversia en materia de seguridad nacional y relaciones exteriores.