El incidente refleja una creciente fricción entre figuras del oficialismo y sectores universitarios críticos.
Durante su intervención, Fernández Noroña fue interrumpido en repetidas ocasiones por estudiantes que le gritaron consignas como “¡Fuera Morena!” y “¡que se baje!”.
Los jóvenes le reprocharon temas como el asesinato del alcalde Carlos Manzo, sus viajes al extranjero y lo que consideraron una falta de congruencia con la “austeridad republicana”. El senador, visiblemente molesto, calificó a los manifestantes de “porros y reventadores” y acusó a un “pequeñísimo grupo” de intentar “reventar la asamblea”. En un momento de la confrontación, retó a un estudiante que le gritó “¡cállate!” a subir al presídium, aunque luego se negó a dialogar y culpó a la profesora moderadora por el desorden. El legislador respondió a los abucheos con un tono desafiante: “Pues les tengo una mala noticia: Morena gobernará Guanajuato a partir de la próxima elección”. Este episodio se suma a otros enfrentamientos del senador con comunidades estudiantiles, como el ocurrido en el CIDE, evidenciando una dinámica de poder donde el diálogo entre políticos de la 4T y jóvenes críticos se vuelve cada vez más conflictivo y polarizado.












