Esta declaración introduce un posible móvil político en la investigación del asesinato del edil, ocurrido el 1 de noviembre.

En una conferencia de prensa, Quiroz nombró explícitamente al diputado federal Leonel Godoy, al senador Raúl Morón y al expresidente municipal de Uruapan, Ignacio “Nacho” Campos, como figuras que su esposo había señalado en vida como sus adversarios.

“Eso no es algo oculto, ustedes saben que él específicamente señalaba a estos personajes y los hacía responsables de ciertas cosas”, afirmó la alcaldesa. La presidenta municipal exigió que la investigación no se limite al autor material, sino que llegue a los “autores intelectuales y políticos” detrás del crimen. Este llamado se produce en un contexto de creciente tensión, donde también se ha revelado que Quiroz recibió amenazas un día antes de asumir el cargo, con la intención de “desestabilizar” su gobierno. El senador Raúl Morón, uno de los señalados, se dijo respetuoso de las aspiraciones políticas de Quiroz, quien ya figura en encuestas para la gubernatura de 2027, pero consideró que aún no son los tiempos para hablar de sucesiones. Estas acusaciones directas contra miembros del partido gobernante abren una nueva y compleja línea de investigación, poniendo en la mira las dinámicas de poder internas en la política michoacana.