La propuesta para reducir la jornada laboral semanal de 48 a 40 horas ha cobrado un nuevo impulso, con la presidenta Claudia Sheinbaum anunciando que presentará la iniciativa formal al Congreso. Este cambio, esperado por los trabajadores desde hace medio siglo, se centra en un modelo de implementación gradual y sectorizado para equilibrar el bienestar laboral con la competitividad económica. La diputada Patricia Mercado, de Movimiento Ciudadano, anticipó que la discusión legislativa se centrará en “la gradualidad y las particularidades de cada sector económico”, reconociendo que la transición no puede ser abrupta.
Organizaciones empresariales como Coparmex y Canacintra han expresado su preocupación por los posibles costos operativos, pero el gobierno, a través del Secretario del Trabajo, Marath Bolaños, ha insistido en que el proyecto contempla un “enfoque progresivo” y que existe consenso para avanzar.
La Confederación de Trabajadores de México (CTM) ha respaldado la medida, afirmando que beneficiará a los trabajadores y podría generar ahorros en energía para las empresas. Por otro lado, sindicatos como el SNAC, que agrupa a empleados de empresas como Bimbo y Pepsico, ya impulsan pruebas piloto a partir de 2026. La reforma es vista como una pieza clave del “segundo piso de la transformación” y busca alinear a México con las jornadas laborales de otros países de la OCDE, donde actualmente se registran de las más largas. Los legisladores de Morena y MC han cerrado filas para que la reforma se apruebe sin condicionarla a la pérdida de otras prestaciones laborales, una pretensión que, según la diputada Mercado, proviene del sector privado.
En resumenLa reforma para reducir la jornada laboral a 40 horas se perfila como una de las transformaciones laborales más significativas en décadas, con un amplio respaldo político y sindical. El principal desafío reside en negociar una implementación gradual y por sectores que no afecte la productividad, un punto clave para el sector empresarial y para asegurar que el cambio beneficie tanto a trabajadores como a la economía en su conjunto.