La 67ª entrega de los Premios Ariel trascendió la celebración cinematográfica para convertirse en una plataforma de pronunciamientos políticos y sociales que resonaron ampliamente en redes sociales. Los discursos de los galardonados reflejaron las preocupaciones del México contemporáneo, abordando temas como la violencia del narcotráfico, la migración, los derechos de las víctimas y conflictos internacionales. La ceremonia, celebrada en Puerto Vallarta, se convirtió en tendencia digital gracias a las intervenciones de varios ganadores. Raúl Briones, al recibir el premio a Mejor Actor por “La cocina”, un filme sobre migrantes, lanzó un contundente mensaje: “En nombre de todas las personas migrantes del mundo, fuck you ICE, fuck you Donald Trump.
Y que viva Palestina”.
De manera similar, Yibrán Asuad, premiado por la Mejor Edición en la misma película, solicitó un minuto de silencio “por las miles de víctimas del estado genocida de Israel”.
Luisa Huertas, reconocida como Mejor Actriz por “No nos moverán”, dedicó su estatuilla “a todos los muertos y desaparecidos en nuestro país en todas las luchas. Y a las madres buscadoras, a las que no se les tomó en cuenta hace unos días”, concluyendo con la consigna “¡2 de octubre no se olvida!”. Finalmente, las directoras de “Sujo”, ganadora del Ariel a Mejor Película, hicieron un llamado a la empatía: “Que no nos valgan madre los huérfanos del narco”. Estos momentos politizaron la gala y generaron un intenso debate en plataformas digitales, amplificando el alcance del evento más allá de la comunidad cinematográfica.
En resumenLos Premios Ariel 2025 demostraron que las ceremonias de premiación son espacios potentes para el activismo, donde los artistas utilizan su visibilidad para amplificar discursos sociales y políticos. Estos momentos, a menudo los más comentados y compartidos en línea, subrayan el papel del cine como un reflejo crítico de su tiempo y de las luchas sociales que lo definen, convirtiendo la gala en un evento de relevancia nacional.