La noticia fue recibida con gran orgullo por la comunidad latina y celebridades como Shakira y Bruno Mars, quienes lo ven como un reconocimiento al poder global de la música en español.
Bad Bunny declaró que el logro es para su "gente, mi cultura y nuestra historia".
Sin embargo, la elección también generó controversia.
Críticos en redes sociales cuestionaron la decisión, mientras otros señalaron una aparente contradicción con las declaraciones previas del cantante, quien había manifestado su negativa a realizar giras en Estados Unidos debido a las políticas migratorias.
Esto ha alimentado un debate sobre si su participación es un acto de representación cultural o una decisión comercial, dado que los artistas no reciben un pago directo pero se benefician de una exposición mediática sin precedentes.
La NFL y Apple Music, patrocinador del evento, destacaron la capacidad de Bad Bunny para "unir géneros, lenguajes y públicos", validando su elección como una figura que define la música actual.








