La organización lanzó un sitio web donde los usuarios pueden registrarse y seleccionar sus géneros musicales preferidos, con la condición de que sean "en inglés", un gesto que ha sido interpretado como una postura con tintes racistas, dado que Puerto Rico es un territorio estadounidense. La controversia se ha visto amplificada por rumores, como el que sugiere que Coca-Cola amenazó con retirar su patrocinio del evento, aunque esta información no ha sido confirmada oficialmente. El propio Bad Bunny ha contribuido al clima político al declarar recientemente que excluyó a Estados Unidos de una gira por temor a redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), posicionándose como una voz de resistencia.
Su elección para el Super Bowl es vista no solo como un hito para la música latina, sino también como un acto cultural que desafía los valores conservadores, convirtiéndolo en un catalizador del debate sobre la identidad y la representación en uno de los escenarios más grandes del mundo.








