La revista Rolling Stone desató una intensa polémica y una ola de memes en redes sociales al nombrar “Ella baila sola” de Peso Pluma y Eslabón Armado como la mejor canción mexicana del siglo XXI. Esta decisión ha sido interpretada como un reflejo del ascenso global de los corridos tumbados y un punto de inflexión en el canon de la música popular mexicana, generando un acalorado debate generacional. La designación formó parte de la lista “The 250 Greatest Songs of the 21st Century So Far” de la prestigiosa publicación, donde el éxito de 2023 se ubicó en la posición 64. Este puesto la colocó por encima de temas aclamados por la crítica como “Hasta la raíz” de Natalia Lafourcade (puesto 113) y “Eres” de Café Tacvba (puesto 165). La revista justificó su elección argumentando que, si bien la música regional mexicana siempre estuvo a punto de ser una sensación internacional, fue la generación de Peso Pluma la que lo logró “al mantenerse fiel a su sonido”.
Describieron la canción como un “himno sierreño omnipresente: ágil, épico y embriagador”.
La reacción en las redes sociales fue inmediata y polarizada.
Mientras algunos usuarios celebraron el reconocimiento internacional de un género auténticamente mexicano, muchos otros criticaron la decisión, considerándola una señal de decadencia musical y argumentando que se premió la popularidad sobre la calidad artística. Comentarios como “Estamos en el hoyo con la música de hoy” y acusaciones de que fue un “concurso de popularidad” inundaron plataformas como X. El debate refleja una tensión cultural entre las generaciones y los gustos musicales, así como el impacto innegable de las plataformas digitales en la definición del éxito y la relevancia cultural en la música contemporánea.
En resumenLa inclusión de “Ella baila sola” en la lista de Rolling Stone como la canción mexicana más importante del siglo ha provocado un debate viral sobre la evolución de la música y los criterios de valoración cultural. La decisión, que celebra el éxito global de los corridos tumbados, también generó una fuerte reacción crítica y una ola de memes, reflejando una división entre la apreciación del arte tradicional y la aceptación de los nuevos fenómenos de la música popular.