La producción ha sido aclamada por su mirada íntima y su calidad, siendo calificada como “una joya total”, pero también ha reavivado discusiones sobre las figuras clave y las polémicas que rodearon al artista.
Basada en un vasto archivo personal que el propio Juan Gabriel conservó por décadas —incluyendo más de 2,200 cintas, 30,000 fotografías y 500,000 archivos de audio—, la serie ofrece una narrativa contada en gran parte por el mismo artista.
Los cuatro episodios exploran momentos cruciales de su vida, desde su difícil infancia, su tiempo en el internado y su encarcelamiento en Lecumberri, hasta su compleja relación con su madre, Victoria Valadez, cuya muerte inspiró la icónica balada “Amor Eterno”. El documental también aborda su histórica presentación en el Palacio de Bellas Artes en 1990, un evento polémico que desafió a la élite cultural de la época y que fue posible gracias a su relación con la entonces primera dama, Cecilia Occelli de Salinas. Además de celebrar su genio musical, la producción no elude las controversias. Uno de los puntos más comentados ha sido el recuento de su amarga ruptura con la cantante española Rocío Dúrcal. Según testimonios como el del productor Gustavo Farías, lo que comenzó como una exitosa colaboración musical terminó en un distanciamiento irreconciliable por “egos” y asuntos de “negocio”, una herida que, según se revela, Juan Gabriel lamentó profundamente y que impidió una despedida antes de la muerte de Dúrcal. La serie ha funcionado como un catalizador mediático, generando múltiples artículos que profundizan en los temas tratados, desde el triste destino de su orfanato Semjase hasta los cameos de figuras cercanas en su archivo.








