El evento, organizado por Netflix y el gobierno capitalino, se convirtió en un karaoke gigante y una “fiesta colectiva” donde miles corearon éxitos como “Amor Eterno” y “Querida”. Este homenaje superó el récord de asistencia para un evento presencial de Netflix y rebasó la convocatoria de conciertos en vivo de artistas como Rosalía y Caifanes en el mismo recinto. El motor de este fenómeno es la serie documental de cuatro episodios, que se posicionó en el primer lugar de lo más visto en México y en el Top 10 global de habla no inglesa en la plataforma.

La producción, dirigida por María José Cuevas, utiliza más de dos mil cintas del archivo personal del artista para ofrecer un retrato íntimo.

Paralelamente, una historia se hizo viral en TikTok: Netflix encontró a Alicia González, la fan captada llorando en un concierto de 1986, y recreó el momento 39 años después, generando una ola de nostalgia y ternura que encapsuló el espíritu de la campaña “Duele bonito”. A pesar de la existencia de material inédito, la productora Laura Woldenberg confirmó que no habrá una segunda parte del documental, pues consideran que la historia del artista ya fue contada de la mejor manera posible.