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Cometa Lemmon: Guía para Observar y Fotografiar el Evento Astronómico de un Milenio

El cometa C/2025 A6 (Lemmon) ofrece un espectáculo astronómico irrepetible en los cielos de México, visible a simple vista y brindando una oportunidad única para la observación y la astrofotografía.
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El cometa C/2025 A6, conocido popularmente como Lemmon, se ha posicionado como uno de los fenómenos celestes más esperados del año.

Su paso es un suceso único, ya que su periodo orbital es de aproximadamente 1,350 años, lo que significa que no volverá a ser visible hasta el próximo milenio.

El cometa, considerado el más brillante de 2025, será observable sin necesidad de telescopio desde México y otros países del hemisferio norte. El periodo ideal para su observación será entre el 25 y el 31 de octubre, cuando alcanzará su máximo brillo, coincidiendo favorablemente con la fase de luna nueva. En México, podrá localizarse en el horizonte occidental después de la puesta del sol, aproximadamente entre las 18:30 y las 20:15 horas, variando según la región. Para una mejor experiencia, se recomienda buscar cielos oscuros, lejos de la contaminación lumínica, y permitir que la vista se adapte a la oscuridad durante unos 30 minutos. Se sugiere el uso de aplicaciones de astronomía como Star Walk para ubicar su posición exacta.

Para quienes deseen fotografiar el cometa, es posible hacerlo incluso con un smartphone utilizando un trípode para mayor estabilidad.

Se recomienda activar el modo Noche o Astrofotografía y ajustar manualmente parámetros como el ISO (entre 1600 y 3200) y un tiempo de exposición de 5 a 10 segundos. Para obtener imágenes más detalladas, se aconseja el uso de una cámara con trípode, empleando exposiciones de hasta 20 segundos. Los fotógrafos más avanzados pueden utilizar una montura motorizada para realizar exposiciones largas de 30 a 120 segundos, lo que permite revelar detalles finos de la cola iónica y de polvo del cometa. Consejos adicionales incluyen el uso de un disparador remoto para evitar vibraciones e incluir elementos terrestres en la composición, como árboles o montañas, para dar una sensación de escala. El cometa fue descubierto en enero de 2025 por el astrónomo Carson Fuls en el Monte Lemmon, Arizona.

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Llevo años buscando editores de fotos para el iPhone. Resulta que ya hay uno instalado, que es gratis y me sirve en el 99% de los casos

He sido de los que, durante años, ha llenado su iPhone de aplicaciones para editar fotos. Sin embargo, la que no costaba dinero, resultaba muy farragosa para el nivel de edición que precisaba. Con el tiempo he ido valorando más la app nativa que ya trae el iPhone para ello. Ni más ni menos que Apple Fotos. No es la herramienta más promocionada para la edición fotográfica, pero sí una de las más infravaloradas. Fotos ha evolucionado hasta convertirse en un editor muy completo. No requiere suscripciones, no me abruma con menús y, además, se integra perfectamente con el resto del sistema. Y, lo más importante, me permite editar sin miedo a "estropear" la imagen original. Todos los ajustes de edición en la app nativa de Apple La app Fotos no es solo una galería donde almacenar nuestro contenido. También es un editor bastante más completo de lo que parece y que nos permite mejorar cualquier foto sin necesidad de instalar nada más. Sus herramientas están pensadas para que podamos hacer ajustes rápidos sin necesidad de meternos en herramientas cargadas de opciones. El botón hay que pulsar para abrir el editor de fotos Recortes y rotación: es la función más sencilla y a veces la más necesaria. Podemos recortar la foto como queramos o voltearla horizontal o verticalmente si está tomada en efecto espejo (o si lo que queremos es precisamente que se vea como espejo). Estilos y filtros: desde hace varias versiones de iOS, es posible preconfigurar estilos en la app de cámara, aunque se pueden también modificar en ajustes. Son los clásicos filtros que van desde el blanco y negro hasta tonalidades más brillantes, naturales, frías, cálidas...Retrato: incluso si la foto no está hecha en modo retrato, puede que aparezca la opción de reajustar el nivel de desenfoque del fondo. Eso sí, solo en iPhone 15 y posteriores, ya que no está disponible en anteriores. Además, deben ser fotos hechas a personas o mascotas con cierta distancia del fondo, además de haberse disparado con uno de esos móviles (iPhone 15 y posteriores).Limpiador: en modelos compatibles con Apple Intelligence (iPhone 15 Pro y posteriores) tenemos lo que popularmente conocemos como borrador mágico para eliminar elementos indeseados de la foto con solo dibujar sobre ellos.Otros ajustes: pulsando en Ajustar es donde nos encontramos las grandes herramientas de edición de fotos. Podemos ajustar exposición, luminosidad, claridad, sombras, contraste, brillo, punto negro, saturación, vivacidad, temperatura, tinte, nitidez, definición, reducir el ruido y añadir degradado. En Applesfera Tengo casi 85.000 fotos en el iPhone y me estaba quedando sin espacio en iCloud. Así me las apañé para no tener que pagar más Algo que además me gusta de estas opciones es que también están disponibles en iPad y Mac. Es verdad que el iPhone es al que más recurro para ir más rápido, pero si necesito ver la foto en un monitor más grande, la app Fotos de macOS es ideal para ello. Con unos pocos retoques, a veces es suficiente No negaré que no es el de Fotos el editor más completo, pero sí es suficiente muchas veces. He probado muchas apps de este tipo, pero esta suele ser suficiente para mí el 99% de las veces. Y es que a veces con un ligero retoque es suficiente. Un cambio sutil, pero efectivo Por ejemplo, una foto de mi perro en la playa que estaba ligeramente oscura porque el sol estaba detrás de él. Ajusto un poco la exposición y la saturación y ya se ve tal como recuerdo la escena original. O una captura de una pared con grafitis mientras caminaba por el barrio. Recorto un trozo en el que salen objetos que no pegan nada en la escena y listo. ¿Y cuándo necesito algo más? Hay ocasiones en las que la edición requiere de algo más avanzado. Sobre todo cuando es para algo relacionado con mi trabajo. Es entonces cuando prefiero trabajar con mi Mac y usar aplicaciones como Photoshop, que pese a tener alternativas, me sigue pareciendo la más práctica (o la que mejor conozco). En Applesfera Apple compró uno de los mejores editores de fotos con Pixelmator. Un año después ni siquiera se ha actualizado al nuevo diseño Ahora bien, si buscas buenas herramientas de edición para iPhone, de las que he probado hay varias a destacar. VSCO me sigue pareciendo la mejor para filtros cinematográficos y ciertos ajustes. Por su parte, TouchRetouch me parece la idónea para eliminar objetos si no tienes un iPhone compatible con Apple Intelligence.Para todo lo demás, Apple Fotos. La mayoría de mis ediciones siguen haciéndose ahí, ya sea para publicar en redes, en artículos de Applesfera o Xataka o sencillamente para quedarse como un recuerdo en mi galería.En Applesfera | Cómo conseguir mejores fotografías con tu iPhone cambiando estos seis ajustesEn Applesfera | iOS 18 nos enfadó por cambiar la app Fotos del iPhone. Así ha enmendado Apple su error con iOS 26 - La noticia Llevo años buscando editores de fotos para el iPhone. Resulta que ya hay uno instalado, que es gratis y me sirve en el 99% de los casos fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .

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La expedición submarina del Atlántico que enfureció a los seguidores de Javier Milei

DOMINGA.– Muy abajo en el Atlántico, a 3 mil 152 metros de profundidad, danza un pepino de mar de color lila. No tiene ojos pero queda la duda de si su piel percibe de algún modo insospechado el resplandor de un robot que lo alumbra por primera vez. Miles de personas lo observan a través de la transmisión en vivo de una expedición submarina inédita para la ciencia argentina. Su aspecto es parecido al de una babosa pero sin antenas; verlo flotar dando suaves vuelcos, presumiendo con mucho estilo las transiciones de su piel hacia un color morado, hipnotiza. El pepino parece bailar para su audiencia, ¿o será que le pide ayuda? Mirándolo en vivo a través de YouTube, todas las prisas desaparecen: el tiempo allá abajo funciona de otro modo.De vuelta en la superficie, el influencer oficialista Daniel Parisi ha estado al tanto de esta transmisión, que arrancó el 23 de julio y terminó el 9 de agosto de 2025, sólo para descalificar en sus redes sociales al equipo científico de esta expedición, que rebasó cualquier sueño guajiro en términos de audiencia: 90 mil espectadores simultáneos y 17 millones de viewstotales –un fenómeno viral–, además de una cobertura en la prensa mundial sin precedentes. El 30 de julio, mientras la expedición Talud Continental IVrecorría el cañón submarino de Mar del Plata, al sureste del Atlántico sur –una zona de alta biodiversidad a pesar de su profundidad–, las voces del mileismoatacaron sin reparo. “Muy bueno pero lamentablemente vamos a tener que reventar todo para sacar petróleo y volvernos ricos”, posteó Parisi en X. “Todo aquel que cuestione el más mínimo detalle de lo que hace o no hace Javier Milei, es un pelotudo y fundamentalmente un hijo de remil puta”, se lee en la imagen de portada de su cuenta. Los sucesivos recortes aplicados por el presidente a las instituciones de ciencia y tecnología han llevado al presupuesto público a una crisis sin precedentes. Sería imposible que una expedición submarina así ocurriera con fondos argentinos. También fue inconcebible descubrir que Alejandro Álvarez, subsecretario de Políticas Universitarias, se sumó a la postura de Parisi y propuso: “Hay que hacer una transmisión en vivo de las perforaciones de YPF en el fondo del mar, que muestre todo el hermoso proceso de creación de riqueza”.YPF son las siglas deYacimientos Petrolíferos Fiscales S.A., dedicada a la explotación y producción de gas, energía eléctrica, petróleo y sus derivados. El Estado argentino tiene 51% de sus acciones. Mientras corrían las críticas, a bordo del buque de investigación Falkor (too), a 300 kilómetros de la costa bonaerense, los 26 científicos del Grupo de Estudios del Mar Profundo de Argentina contaban con asombro lo que veían gracias al robot SuBastian que lanzaron desde ahí durante los veinte días que duró la expedición.La mayoría de estos científicos son doctores en Ciencias Biológicas que han dedicado buena parte de su vida a estudiar estos animales marinos, pero siempre muertos, en frascos o cajas de petri, disecados o flotando en formol. Esta fue la primera vez que pudieron verlos con vida a esa profundidad, en su hábitat, y aprovecharon cada minuto, las 24 horas del día, en dos turnos, para observarlos a detalle y plantearse cientos de nuevas preguntas por responder. Para ellos, estar ahí fue un sueño cumplido, un hito en sus carreras al que accedieron con más de 10 años de trabajo ininterrumpido, que comenzaron en 2012 y 2013, obteniendo muestras de algunos de estos animales con redes de arrastre, que no ofrecen ningún control sobre lo que se obtiene. Desde entonces sumaron más de 60 publicaciones que respaldaron su postulación a un concurso del estadounidense Schmidt Ocean Institute, con el que accedieron a los servicios del buque, el robot y operadores, durante casi tres semanas. Entre sus objetivos está estudiar la biogeografía y biodiversidad del cañón del Mar de Plata, además de detectar la presencia de microplásticos y basura humana en las profundidades del océano. El fenómeno de la expedición argentina en redes socialesNombrado en honor al personaje de La historia sin fin, SuBastian pesa 3 mil 200 kilos, está equipado con cámaras 4K, brazos y manos de precisión asombrosa y luces abisales, las únicas capaces de contrarrestar la oscuridad absoluta para tomar muestras, filmar y fotografiar fauna marina con formas, colores y capacidades difíciles de creer. Además, tiene una conexión satelital de alta velocidad que hizo posible que cualquier persona con acceso a internet pudiera ver en directo lo mismo que él, con una calidad de imagen capaz de mostrar con nitidez cada pólipo de una pluma de mar y muchas otras especies del fondo marino.Daniel Lauretta, jefe científico de la expedición, recibió el correo electrónico con la noticia de que el proyecto había sido seleccionado hace más o menos un año. Estaba en su laboratorio del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia en Buenos Aires. Empezó a dar saltos por todos lados frente a sus compañeros que estaban ahí ese día. Una alegría total, abrazos, más y más saltos, y luego a trabajar. El Schmidt Ocean Institute es una organización privada estadounidense que financia expediciones costosísimas, como esta, y tiene por política de trabajo hacerlas públicas, por lo que desde hace años transmite en vivo cada exploración teniendo como locutores a los científicos a bordo.Al principio, hacerse cargo de una audiencia, además de la enorme investigación que tenían a cuestas, intimidó a los científicos argentinos. El Instituto les pidió transmitir en un tono de voz bajo, lento y claro, sin interrumpirse unos a otros, para no confundir a la audiencia ni a los operadores del robot. Los biólogos se propusieron respetar la regla pero muy poco tiempo después ya la habían roto por completo. Se les escuchaba bromear y reír a la argentina, compartiendo el mate y celebrando con emoción cada nuevo “bicho” que aparecía en las pantallas que rodean la cabina de transmisión. A pesar del barullo, o quizás gracias a él, en esos primeros días llegaron a mil usuarios conectados y estaban muy contentos de haber superado la marca, casi sin esfuerzo. Luego pensaron que podían estirarlo un poco más, hasta los cinco mil, si pedían a familiares y amigos que se conectaran el fin de semana, un día que no interfiriera con sus obligaciones. Así, de boca en boca y de posten post, una noche llegaron a tener noventa mil personas siguiéndolos en vivo y participando activamente en el chat de la transmisión: –Aguante la ciencia argentina!!! –escribió Romina. –Van a estar toda la noche?? Tendría que dormir y no quiero –dijo Sandra Viviana. –Qué nivel el de nuestros científicos!!!! Y nos gobiernan los más burros. La Argentina del revés… ???? –posteó Silviaviajera.A partir de ese día no hubo vuelta atrás, la transmisión se volvió un fenómeno de streamingque en tres semanas ya había superado los 17 millones de ‘views’ totales, con un promedio de 500 mil por video. Cada mañana, más y más medios argentinos retomaban los hallazgos del día anterior; luego se sumaron medios de otros países, México, Colombia y el resto de América Latina, para eventualmente conquistar espacios en el Washington Post, el New York Times, BBC, Deutsche Welley France 24, entre muchos otros. Una atención mediática inaudita para un grupo de científicos trasnochados. View this post on Instagram A post shared by Luis Martínez (@luismartinez_ambientalista) Los científicos daban 30 entrevistas diarias desde el océanoEntre los biólogos de la expedición Talud Continental IVhabía especialistas en distintos tipos de fauna. Allá abajo, a más de tres mil metros, no llega la luz y por lo tanto, tampoco hay plantas. Emiliano Ocampo es experto en decápodos, un tipo de crustáceos que incluye cangrejos y langostas. Florencia Matusevich estudia a las rayas; Mariano Martínez a los equinodermos, grupo del que forman parte las estrellas, los pepinos y los erizos de mar. Gregorio Bigatti es especialista en nemertinos, que son un filo de gusanos marinos. “Nosotros describimos en 2001 una especie de nemertino, cuando recién empezaba mi carrera científica y desde ahí nos pusimos a buscar nuevas especies; porque en Argentina sólo había 12 especies descritas, mientras que en lugares como Gran Bretaña había más de 400, así que nos dimos cuenta de que nos faltaba mucho trabajo por hacer”, dice Gregorio desde Puerto Madryn en la Patagonia. “Con estas técnicas nuevas, como la aspiradora para sacar sedimentos del fondo del mar, pudimos detectar 15 nemertinos con los que tendremos que seguir trabajando para ver si son especies nuevas. Además estamos estudiando algunas toxinas que tienen estos gusanos marinos y que podrían ser de interés para las ciencias médicas”. Gregorio lleva 20 años trabajando para el Proyecto Sub, un esfuerzo de divulgación científica para niños y jóvenes sobre la conservación marina. A bordo del buque mantuvo ese propósito a través del Ship-to-Shore Program, destinado a entablar comunicación desde el barco con distintos colegios del país, para lograr que la expedición tuviera también un impacto en la educación de los más jóvenes. “En anteriores campañas no teníamos comunicación a tierra, pero tampoco se interesó nadie por nuestro trabajo”, dice entre risas. “Esta vez subí al barco también con la misión de responder alguna solicitud de periodistas, en caso de que nos llamara alguien. Y bueno, para nosotros fue muy raro de pronto estar atendiendo 10 solicitudes por día, no sólo yo, tres o cuatro colegas más. Así que estábamos dando 30 notas diarias, además de todo el trabajo en el buque”.Desde su especialidad y con objetivos individuales, cada biólogo a bordo del Falkor (too)seguía ansioso desde las pantallas el avance de SuBastian, rezando porque se cruzara con el “bicho” de su interés, ese o esos a los que que dedicaron sus doctorados. La especialidad de Jéssica Risaro son las plumas de mar, que tienen una forma parecida a la de las aves, pero están compuestas de numerosos animales, llamados pólipos, que se agrupan en colonias.“Cada uno iba teniendo más o menos suerte encontrando sus animales. Algunos, como yo, sabíamos que en esas paredes hermosas, llenas de vida, no íbamos a encontrar nada. En cambio, esos lugares de sedimento blando, aburridos para el resto, donde todo parecía arena suelta, para mí eran una fiesta. ¡Ahí estaban todos mis bichos! Poder verlos vivos en su ambientes y formas es espectacular, una emoción increíble”, dice Jéssica desde Buenos Aires. “Lo que yo no me esperaba –en realidad, nadie esperaba– era tanta diversidad y colores. Pensábamos que a esa profundidad todo iba a ser de un tono parecido al blanco, dado que no llega la luz. Nunca esperamos ver esa gama de colores”. Sobre el mar profundo no sabemos casi nada, apenas se ha explorado 5% de los océanos. View this post on Instagram A post shared by Luis Martínez (@luismartinez_ambientalista) Los microplásticos y otros hallazgos del robot SuBastianUna vez que ante la cámara aparecía un espécimen de su interés, el robot SuBastian se ponía manos a la obra y usaba alguno de sus brazos para atraparlo y trasladarlo a una de sus muchas cajas, en las que iba almacenando muestras biológicas. La maniobra nunca era sencilla: eran necesarios muchos intentos para lograrlo y en otras, de plano hubo que rendirse. Desde luego, no fue tan emocionante encontrarse a esa profundidad una bolsa de plástico, una bota o algún otro desecho humano, aunque los científicos reconocen que se toparon con menos basura de la esperada. Para conocer los resultados sobre la presencia de microplásticos allá abajo, se tomaron muchas muestras pero habrá que esperar para saber el veredicto. Al igual que sus compañeros, Jéssica Risaro aprovechó cada segundo de esta experiencia submarina: “Había horarios de 12 horas de trabajo con la idea de que, quien no estuviera de turno, descansara; pero eso no ocurría, porque siempre que el robot estaba bajo el agua, vos querías ver qué encontraba”. “Vos querías estar ahí para decidir qué tomar y qué no, y tratar tu material de la mejor manera posible para su conservación. Trabajábamos de 18 a 20 horas por día. Es muy agotador pero la satisfacción es enorme. Es impagable”, dice Jéssica.Nadia Cerino tiene la voz perfecta para narrar un cuento, un tono que transmite calma. Es especialista en corales, puntualmente en los Primnoidae, y fue la locutora más popular del equipo. A pesar de que el suyo era el turno nocturno, el #TeamNoche se las ingenió para mantener la atención de la audiencia a horas en las que pocos disfrutan estar despiertos. Hacía preguntas a los usuarios conectados para verificar si estaban poniendo atención y con la voz cargada de ternura y fascinación, narró entre otros muchos, el encuentro de SuBastian con el pulpo Dumbo, que nadaba impulsando su cuerpo, casi transparente, con las dos aletas que tiene junto a los ojos y que asemejan lasorejas de un elefante. Seguir el movimiento de este ser que, además de tener ocho brazos, tres corazones y la capacidad de camuflarse con su entorno, es simpatiquísimo, parecía un asunto de magia. La gente le escribía durante la transmisión: –Nadia, ¿cómo es ser la persona más famosa del país? –preguntó Pablo.–Hola, Nadia! Saludos desde Bali, Indonesia <3 –posteó Belém.Cuando se topó con una estrella de mar entre rosada y naranja, SuBastian descubrió al personaje que se llevaría más encabezados.“¡Encontramos a Patricio!”, dijo uno de los científicos, refiriéndose al mejor amigo de Bob Esponja. El robot hizo ‘zoom’ para mirarla más de cerca y su lente reveló que, además de un lindo color, la estrella tenía lo que parecían ser un par de nalgas perfectas. Los científicos a cargo pidieron acercarse aún más… y claro, los comentarios se salieron de control. –Patricio tápate –dijo GerPP–Tiene mejores pompas que yo –escribió María Candelaria–Que pase la rutina! –bromeó Andi –El fondo marino es como coger a pelo, sabes que es húmedo y oscuro, pero te sorprende como la primera vez –dijo Emiliano.Ya con tiempo y ante la ola de chistes, albures, memes y preguntas serias, los biólogos dejaron bien claro que esas protuberancias no son nalgas, sino pliegues formados por el peso del cuerpo de la estrella, que estaba pegada a una pared marina en posición vertical. Además explicaron que, si bien las estrellas de mar tienen un sistema digestivo completo, con todo y ano, se encuentra del mismo lado que la boca, para sorpresa de sus fans. Poco importó la explicación. Unos días después, la estrella culona, bautizada así de forma irrevocable, era ya una celebridad por toda Argentina y también fuera de ella. No sólo apareció en notas de numerosos medios, también se había transformado en souvenira la venta en el Museo Argentino de Ciencias Naturales, donde muy rápidamente se agotó. Su imagen también se vendió en forma de galletas y pasteles, o impresa en tazas, camisetas, imanes y un montón de cosas más. View this post on Instagram A post shared by Taqu Media (@taqumedia) El recorte presupuestal a la ciencia de Javier MileiEl Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), al que pertenecen los científicos a bordo del buque, es la principal y más prestigiosa institución estatal de financiamiento a la ciencia y tecnología en América Latina, donde ocupa el primer lugar. A nivel global y muy a pesar de las medidas del gobierno de Javier Milei, el Ranking Scimago 2024 lo colocó en el puesto 20 entre mil 870 instituciones gubernamentales dedicadas a la investigación en todo el mundo, donde compite con el Centro Nacional para Investigación Científica de Francia y la NASA, con cinco y ocho veces más presupuesto. Pero ese posicionamiento en el medallero de la ciencia mundial difícilmente sobrevivirá a un recorte del 30% a las becas doctorales, y una pérdida de mil 700 puestos de trabajo, entre otras cifras aún más desoladoras. El Conicet aún emplea a 26 mil personas, pero la mitad de ellas tienen sueldos por debajo de la línea de pobreza. Entre ellas están muchas de las mentes más brillantes del país, que desde la llegada de Milei han perdido 36% de su poder adquisitivo, ante una inflación anual tremebunda que cerró 2024 en 118%. En ese contexto, ni cómo sorprenderse, las renuncias en el Conicet aumentaron un 33% en 2024 con respecto al año anterior, y aunque aún no hay cifras oficiales, ese porcentaje tiende a aumentar en 2025. “Podríamos decir que hoy prácticamente ya no hay financiamiento para la actividad científica”, dice Gonzalo Sanz, doctor en Historia y secretario general adjunto del sindicato ATE Conicet Capital.Los equipos de investigación, como el que encabeza la expedición submarina Talud Continental IV, son excepciones que operan con financiamiento extranjero. Así que este momento cargado de reconocimiento a sus carreras, no ha mejorado en lo absoluto la situación económica de ninguno de sus científicos;por el contrario, una de ellas, quien no quiso dar entrevistas al respecto, se enteró a bordo del buque que su beca doctoral había llegado a su fin, sin posibilidad de renovarla.Jéssica Risaro tiene la suya hasta julio de 2027 y a partir de entonces su plan es concursar por una beca posdoctoral para seguir en el sistema científico. Sin embargo, está consciente de que es un sueño que quizás no se cumpla. “No sé si habrá becas. Espero que sí pero es difícil no desmotivarse. Nosotros los becarios doctorales ganamos un millón de pesos al mes (13 mil 097 pesos mexicanos). Me alcanza para pagar el alquiler y vivir sin ningún lujo. No me sobra nada, no me voy de vacaciones, no ahorro”. Los científicos, como ella, estudiaron diez años de carrera de grado y cinco más de posgrado que la estacionaron ahí, donde la sostiene la pasión por lo que hace.Pero el fenómeno de la expedición le dio mucha visibilidad a esta crisis y una presión mediática que, se espera, resulte en la revisión de algunas medidas. “La repercusión fue muy positiva para los reclamos de los trabajadores del Conicet, porque hace muchísimo tiempo que está sufriendo un ataque muy fuerte por parte del gobierno. Por ejemplo, tras una huelga de 48 horas en la que acampamos frente a la sede central, la cobertura de medios fue muy superior a la que ha tenido cualquiera de las anteriores”, dice Gonzalo Sanz. “Pero frente a la popularización de un trabajo que el gobierno quiere destruir, la reacción fue descalificar la expedición, por ejemplo, cuestionando los intereses detrás de la fundación internacional que la financió. Hay un ejército de militantes virtuales y algunos medios que se hicieron cargo de eso”. Uno de ellos fue La Derecha Diario, que en una nota del 30 de julio argumenta “que detrás del despliegue mediático y las transmisiones en vivo desde las profundidades del mar argentino, se ocultan intereses extranjeros que tienen el objetivo de desalentar el desarrollo energético argentino”, y lo publicaron así, con esa frase en negritas. El 28 de agosto la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado recibió a los científicos de la expedición para otorgarles un reconocimiento. En representación del equipo, Daniel Lauretta hizo una presentación de resultados. Tiene claro que se descubrieronnuevas especiespero tomará tiempo corroborarlo antes de hacer un anuncio oficial. Mientras tanto, citó como uno de los mayores logros haber despertado en los niños un interés por la ciencia, verlos jugar a ser biólogos marinos y hacer dibujos de sus animales favoritos para pegarlos en las paredes de su escuela. Mientras tanto, hay un creciente número de empleados del Conicet que, con sueldos por debajo de la línea de pobreza, no alcanzan a cubrir los gastos más básicos para llegar a fin de mes y recurren, por ejemplo, a manejar un Uber o hacer trabajos de electricidad o plomería para complementar sus ingresos.La peor época en la historia argentina para la cienciaA su regreso a la Universidad de Mar del Plata tras la expedición submarina, Ezequiel Mabragaña, Florencia Matusevich, Nahuel Farías y Emiliano Ocampo, cuatro de los científicos que participaron, dieron una emotiva conferencia de prensa para compartir sus impresiones y resultados. Entre lo más positivo, está la expectativa de que el impacto de esta misión se traduzca en un incremento en la matrícula de biólogos en el país.Pero para Florencia es una posibilidad agridulce: “Amo la carrera que elegí y adoro aprender acompañada de estas personas; pero veo tanta gente capaz, valiosa, entusiasta y apasionada que se está quedando fuera del sistema, que no me dan ganas de decirle a un chico de 18: ‘sí mandáte en esta, que es un camino hermoso’”.Al final de la charla, se puso de pie Diego Rodríguez, también biólogo y secretario de Ciencia Técnica de la Universidad del Mar del Plata. Dijo:“Esta misión llevó inversiones astronómicas, pero lo más importante [...] son ellos [los científicos], que trabajan todos los días a pesar de la lluvia de meteoritos que le están cayendo al Conicet. Y habrá un montón de biólogos, que todavía no nacen, que van a usar el trabajo que hicieron. Esa es la continuidad que se requiere para sostener el sistema de ciencia y tecnología, y eso se paró en la Argentina. Se paró por decisiones políticas asociadas a la ignorancia y a la soberbia”. Argentina es el único país de América Latina que ha ganado premios Nobel en ciencias: no tiene uno, tiene tres, resultado de las inversiones en la educación pública. Gregorio Bigatti cree que aún habrá forma de superar esta crisis y sanar la continuidad interrumpida. Confía en que no pase mucho tiempo antes de que la Ley N° 27.614 vuelva a ser respetada. Dicha ley establece el compromiso de que el financiamiento alcance progresivamente 1% del PIB para 2032. Sin embargo, tiene claro que la situación es de una gravedad sin precedentes. “Tengo 30 años en esto y esta es la peor época de la historia. No se vio algo así, ni siquiera en la dictadura”.Y de la dictadura sabe bastante Pablo Penchaszadeh, de 81 años. Dirigió las tesis doctorales de 11 de los 30 científicos que participaron en la expedición y su legado se extiende mucho más allá. Es una de las figuras clave en el desarrollo de la investigación marina en Argentina. Fue becario de la Unesco para estudiar en Dinamarca, fundó el laboratorio de ecosistemas marinos, formó generaciones de investigadores y dirigió campañas oceanográficas pioneras. Sus amigos lo apresuraron a huir de Argentina luego de que su querida decana en la Universidad Católica de Mar del Plata, María del Carmen Maggi, fuera secuestrada en 1975. Él era jefe de departamento, el siguiente en la línea, así que empacó lo que pudo y se llevó a su familia a Venezuela. Meses después alguien encontró semienterrado el cadáver de María del Carmen con tiros en la cabeza y en avanzado estado de descomposición. Pablo regresó a Argentina cuando se restableció la democracia en un país que, dice, siempre está dando tumbos; y medio siglo después tiene nuevamente un gobierno de extrema derecha, la diferencia es que ahora la mayoría de los argentinos lo eligieron. “Uno no los incomoda, ellos incomodan a los científicos al decidir que no hay dinero para la educación pública, que no hay dinero para la universidad estatal y que no hay dinero para la investigación científica [...]. Han frenado una larga historia en la que el Estado invirtió en la inteligencia y desarrollo de los jóvenes científicos. De golpe les dijo: bueno, hasta aquí llegaste”. “La ciencia es colectiva o no es”Para abordar el Falkor (Too), todo el equipo se sometió a una prueba de supervivencia en el mar, que implicaba saltar de un trampolín de tres metros, mover balsas y resistir horas en el agua. Pablo Penchaszadeh estaba seguro de que no lo lograría y su doctor se lo confirmó. La noticia lo puso en duelo. Pero Daniel Lauretta, el jefe científico de la expedición, encontró una cláusula en el contrato en la que se alentaba la participación de artistas en estos viajes. Por suerte, además de biólogo, Pablo es pintor, así que subió al buque con lienzos y pinceles.“Imagínate lo que fue para mí y mi cerebro poder juntar dos caminos paralelos que tuve toda mi vida: la ciencia y el arte. De pronto, estoy a bordo con mis estudiantes y pintando. Es algo que sinceramente nunca me imaginé posible”, dice con un tono de voz parecido al de los poetas cuando leen en voz alta.“La ciencia es colectiva o no es”, es una de sus máximas. “Si la ciencia no es divertida, no es ciencia”, es otra.El domingo 7 de septiembre de 2025, Milei y su partido sufrieron una aplastante derrota en las elecciones legislativas en la Provincia de Buenos Aires, donde vive 40% del censo nacional. Con 47% de los votos, el peronismo probó que sigue vivo. El resultado llegó en la víspera de las elecciones de medio término y fue visto como un referéndum sobre la gestión del presidente y su plan económico. Sin embargo, pese al revés, Milei ratificó que no modificará su programa de libre mercado, sino todo lo contrario. Tres días después vetó la ley de financiamiento universitario, queproponía un aumento del presupuestodestinado a las universidades, de acuerdo a la inflación acumulada de 2023 y 2024. En respuesta, el 17 de septiembre hubo una marcha federal en contra del veto y por la aprobación de la ley para declarar en estado de emergencia al Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. El descontento social quizás surtió efecto. Para el 2 de octubre el Senado ya había rechazado el veto del presidente y días después la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que confirma la emergencia. Aunque el tironeo institucional no puede darse por terminado y las elecciones legislativas de este 26 de octubre podrían traer un nuevo revés para Milei.La Argentina no puede más y sus científicos tampoco. GSC​​​

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