La muñeca de Rodgers en vilo: Steelers evalúa entre la cautela y un regreso épico



Durante la victoria de los Pittsburgh Steelers por 32-14 sobre los Cincinnati Bengals, el mariscal de campo Aaron Rodgers, de 41 años y el jugador activo más veterano de la NFL, sufrió una fractura en su muñeca izquierda, la cual no es su mano de lanzamiento. La lesión ocurrió al final de la primera mitad tras recibir un golpe después de un pase.
A pesar del diagnóstico, la noticia alentadora para el equipo es que el cuatro veces MVP no requerirá cirugía, lo que abre una posibilidad para su regreso al campo antes de lo esperado.
El entrenador en jefe, Mike Tomlin, ha mantenido una postura de optimismo moderado. En conferencia de prensa, confirmó que la disponibilidad de Rodgers para el crucial duelo del próximo domingo contra los Chicago Bears dependerá de su evolución durante la semana. La decisión final se basará en la capacidad del mariscal para operar de manera segura y funcional con una férula protectora.
Tomlin adelantó que Rodgers no entrenará el miércoles y que el equipo evaluará su estado día a día, siendo el viernes una fecha clave para determinar si podrá jugar.
La seguridad del jugador es la prioridad.
Ante este escenario, los Steelers han preparado un plan de contingencia.
Mason Rudolph, quien reemplazó a Rodgers en la segunda mitad contra los Bengals con una actuación eficiente, está listo para asumir la titularidad. Rudolph completó 12 de 16 pases para 127 yardas y un touchdown, y estará al frente de los entrenamientos con el primer equipo mientras se define la situación de Rodgers. Tomlin expresó su confianza en Rudolph, destacando que el sistema ofensivo está diseñado para funcionar con cualquiera de los dos pasadores. El partido contra los Bears, líderes de la NFC Norte con marca de 7-3, es de gran importancia para los Steelers (6-4), líderes de la AFC Norte. Para Rodgers, el encuentro tiene un significado especial debido a su largo historial de dominio sobre Chicago. El deseo del mariscal de jugar es evidente, pero Tomlin aclaró que su motivación es su amor por el juego y no el rival. La decisión final equilibrará el anhelo de Rodgers por un posible último enfrentamiento contra su rival histórico y la necesidad del equipo de no arriesgar a su jugador franquicia.










