Incertidumbre en el Abasto de Gas LP: Alertas de Racionamiento Chocan con Garantías del Gobierno



La Asociación Mexicana de Gas LP (Amexgas) ha alertado sobre un racionamiento en el suministro de gas licuado de petróleo que afectará durante aproximadamente dos semanas a la Ciudad de México, el Estado de México, Puebla, Tlaxcala y Veracruz. La presidenta del organismo, Rocío Robles, aclaró que no se trata de un desabasto total, sino de una medida temporal para equilibrar la distribución mientras se normaliza la cadena de suministro, coincidiendo con el aumento de la demanda por la temporada de frentes fríos. Según Amexgas, las causas de esta situación son multifactoriales.
Se atribuyen principalmente a Petróleos Mexicanos (Pemex), su principal proveedor, señalando retos logísticos, cambios en los puntos de abasto y una falta de mantenimiento adecuado en su infraestructura, como refinerías y gasoductos, que se ha acumulado durante los últimos diez años. A esto se suma la suspensión de operaciones de un gasoducto privado en Veracruz, dañado por deslaves ocasionados por lluvias recientes, lo que ha complicado aún más la distribución en la región. En contraparte, tanto Pemex como la Secretaría de Energía (SENER) han desmentido la existencia de un racionamiento o desabasto. A través de comunicados oficiales, las autoridades federales y diversas empresas distribuidoras aseguraron que la producción nacional, las importaciones y las operaciones de transporte y almacenamiento se desarrollan con normalidad. Afirmaron que se cuenta con inventarios suficientes para atender la demanda en todo el país y exhortaron a la población a mantener la calma y no realizar compras de pánico. El debate ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad del sistema de distribución. Rocío Robles, de Amexgas, señaló que la capacidad de almacenamiento de gas LP en México es de apenas 1.5 a 3 días, muy por debajo de los 15 días recomendados en la política pública de 2018 para hacer frente a contingencias. Mientras los distribuidores reportan dificultades y largas filas en las terminales, las autoridades insisten en la normalidad del servicio, dejando a los consumidores en un estado de incertidumbre sobre la disponibilidad del combustible esencial para hogares y comercios.

















